Digno del profesor Franz de Copenhague, un abogado japones inventaba en 1933 el aro autopropulsado, una maravilla, sólo hay que mover la manivela para llegar a destino, ni que decir tiene, las posibilidades de gobierno que le daban las dos helices!!
Merece la pena echar un ojo por Popular Mechanix, para ver los inventos que iban a revolucionar el futuro del mar a principios del siglo pasado.