Preservar y mantener durante los próximos 25 años el histórico Queen Mary podría costar a la ciudad de Long Beach hasta 175 millones de U$, afortunadamente reciclarlo para convertirlo en chatarra o hundirlo en el océano podría subir la factura hasta 190 millones de U$ a pagar en menor plazo. Decir que al no cumplir la reglamentación SOLAS y las diferentes enmiendas que han ido enviando a otros históricos trasatlánticos a desguace, el barco fue segregado de la mar por un dique y aunque está a flote, el USCG no les inspecciona siendo en la actualidad un hotel flotante y una atracción turística.
El Ayuntamiento de Long Beach tomó formalmente el control del barco en junio después de que la de que la empresa que tenía el contrato de arrendamiento del barco y los terrenos circundantes fuera a la quiebra, cosas de la pandemia.
Con 87 años en sus cuadernas, y atracado en Long Beach desde 1967, el histórico trasatlántico ha sido durante mucho tiempo un reto para su funcionamiento. Un estudio de 2017 recomendó que se hicieran renovaciones y mejoras por valor de 289 millones de U$ para evitar que algunas partes del del barco se inunden. Según los documentos presentados recientemente en el Tribunal al quebrar, el Queen Mary necesita 23 millones de dólares en reparaciones inmediatas para que pueda zozobrar.