Leyendo el informe provisional, el barco salió de Las Palmas sin estar redondo pero la derrota y el desconocimiento de como lidiar con un huracán lo metieron en el ojo del huracán Lorenzo, un categoría 4. Con ese temporal, la cubierta de trabajo era una piscina, la falta de estanqueidad de las mordazas y de la escotilla de la máquina hizo el resto. El balance: 3 rescatados, 4 cuerpos recuperados y 7 desaparecidos.
Recordando la historia, el 26 de septiembre de 2019, el buque con matrícula luxemburguesa Bourbon Rhode con 14 personas a bordo se hundió en el Océano Atlántico durante un viaje desde Las Palmas a Guyana aproximadamente a 1600 km al oeste de Cabo Verde. Durante las operaciones de búsqueda y rescate se recuperaron tres supervivientes y los cuerpos de cuatro tripulantes fallecidos. El paso del ojo del huracán permitió a los tres supervivientes adrizar la balsa y subirse en ella.
Del accidente, además de la derrota equivocada, las marcaciones al ojo de Lorenzo son para abordarlo, ¡qué rumbos más constantes de ambos!, ni semicirculos, ni leches, pero la otra parte está en unas juntas que valían dos duros; las juntas estancas de los registros de las mordazas, ya se sabía que no hacían su función y estaban pendientes de reemplazo, en las fotos se ven los goterones en el interior, el agua se filtraba por ahí, desde cubierta al local de los pod, para ello, era necesario que la cubierta estuviese sumergida o embarcando mucha agua y tampoco se lo habían tomado muy en serio, ya que las tapas de los pines y las mordazas en cubierta iban sin colocar, excepto una, cuando la cosa se complicó las intentaron poner en medio del temporal sin éxito.
Para evitar quedarse sin propulsión y gobierno, si el agua alcanzaba la caja de registros eléctricos en el local de los propulsores azimutales estos fallarían, tuvieron que achicar también mano, para ello tenían que tener las puertas estancas abiertas, además pasaron mangueras del espacio de los azipod al principal para usar bombas portatiles, y para redondear echaban el agua a cubierta por una escotilla por la que les entraba agua a jarros según la olas, aunque no caía en la zona donde estaba la cosa peor con la inundación. Cuando cerraron las puertas estancas y dieron por perdida la propulsión y el gobierno, tenían agua en toda la máquina, si solo se hubiese llenado el espacio de popa no hubiera afectado a la flotabilidad, pero los supervivientes indicaron que también pasaba agua con las puertas estancas cerradas y además, les entraba agua por la escotilla de la máquina.
Curioso el sistema FUELTRAX que le pusieron en Las Palmas para controlar el gasto de combustible y su sisa, además de datos de la máquina y GPS cada 15 minutos, también enviaba por iridium dos imágenes de las cámaras de proa y popa cada hora.
Durante la investigación se detecto un problema de seguridad, las juntas de los registros, que requería una acción de inmediata. El 19 de agosto de 2020, se emitió una recomendación de seguridad (PDF) y un boletín de seguridad (PDF).
Debido a la complejidad de la investigación y las consecuencias de la pandemia el 15 de abril de 2021 los luxemburgueses han publicado el informe provisional y cuando puedan subirán el definitivo