Interesante el vídeo que ha lanzado Royal Caribean sobre el Safety Command Center del Anthem of the Seas, un paso más en aras de la seguridad, aunque realmente es una derrota venida a más, equipada con más equipos electrónicos, pantallas y comunicaciones, que dicho sea de paso, ya quisieran muchos MRCC con mayores responsabilidades.
La sala o Centro de Mando de Seguridad es un espacio adyacente al puente y está pensada para que el Capitán pueda tener una visión global del barco con una zona de reunión, decisión y control, independiente de la labor que ya tendrían los sobrecargados oficiales de cubierta y máquinas en sus puestos durante una emergencia real.
Los cambios en el negocio marítimo han dado lugar a los mega-barcos en cuanto a capacidad de carga, bien sea de coches, hidrocarburos, contenedores, etc, tanto a arquitectos, astilleros como armadores se les llena la boca al incluir sus creacionmes en las listas de los más, sin embargo, la mar sigue siendo un medio hostil y no es aventurado pensar, que la fortuna de mar pondrá a uno de estos en alguna lista de desastres en un plazo prudencial. Luego vendrán los cambios normativos, la condena de los tripulantes y hasta la próxima.
Una de las peores cargas que hay, y a la que todo marino tiende en darle amplio resguardo es el pasaje, una de sus propiedades es la capacidad de generar una elevada Entropía en un momento determinado, los profesionales los dividen en dos grupos, los que viajan por placer y los que van encabronados para llegar a su destino.
En el primer grupo se pueden englobar los cruceristas y aquellos que se toman el viaje en un ferry como el principio de sus vacaciones, aunque estos van predispuestos a colaborar en todo lo que se les dice, en su subconsciente va calando un mensaje que a los medios de comunicación les gusta amplificar, debe ser por lo que vende; la imagen suele ser la de un fulano que se ha salvado, sino no diría nada, comentando que el tripulante zutano estaba descoordinado, no conocía su función o no sabía nada, sin embargo, este pasajero indignado y con razón, desconoce que en un barco de pasaje y más en un crucero, de los 2000 tripulantes, menos de 100 son marinos con conocimientos náuticos, el resto es personal de hotel con formación básica en el mejor de los casos, aunque algunos sean maestros del piano, de la manicura, los cócteles o las figuritas con toallas.
Pero por mucho que el Capitán de las ordenes y zutano y mengano sean capaces de responder, para controlar una masa ingente de pasajeros medio histéricos pensando en Schettino, que aunque algunos olvidan, salvó al 99.3% de las almas que tenia encomendadas, empezando por la suya, la clave está en la preparación de ese grupo y en el porcentaje de tripulantes por pasajero, sin olvidar las sabias palabras de Steve McQueen en el Coloso en Llamas.