La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda (TAIC) ha publicado el informe de la investigación de la varada del portacontenedores Leda Maersk en el puerto de Otago. Aquello tan didáctico de que “en lo que veo, no brujuleo” no se cumplió, aunque igual puede ser un caso de mirar y no ver, era de noche, en fin, que los de las antípodas dicen que hay que usar al chino y al japones.
El barco estaba en la última virada del canal cuando se salio de la zona navegable y acabó varando. Nadie resultó herido, no hubo contaminación y los daños se limitaron a raspar la pintura del casco.
La investigación determinó que, ni el practico del puerto, ni el equipo del puente del buque reconocieron que Leda Maersk se estaba saliendo de derrota prevista. Esto se debía a que todos navegaban principalmente utilizando la vista desde el alerón, en lugar de utilizar las ayudas electrónicas de navegación. Ayudas que mostraban claramente que el barco se desviaba del centro del canal.
Como detalles, la vista restringida por los contenedores y los espeques del canal que hay que darles resguardo.