Al hilo del secuestro del Galaxy Leader, la situación en el mar rojo cambia mucho, es un incidente muy grave que va afectar al comercio mundial y seguramente les lleva a los del Yemen o Iran a recibir algún sartenazo, bien de los israelitas o de los occidentales. Si el Ever Given cerro el trafico unas semanas por Suez ahora el riesgo de usar esa ruta aumenta como ocurrió en el Pérsico durante la guerra.
De momento, la armadora del Galaxy Leader ya ha desviado dos barcos para evitar Suez, Ray Car Carriers tiene una flota de 65 cocheros, de ellos, dos son unos VLCC construidos en 2020, además tiene 8 más en orden o construcción.
En el maravillosos mundo de la mar, el Galaxy Leader tiene bandera de Bahamas, la propietaria del barco es una empresa de la Isla de Man, Galaxy Marine, donde también se encuentran domiciliadas las otras empresas propietarias de los distintos barcos de Ray Car Carriers. Los barcos los tiene fletados la japonesa NYK, los de la chimenea del Athletic, que es una de las grandes navieras. De los tripulantes se encarga la agencia de embarque Griega Stamco que maneja unos 50 barcos, los 25 tripulantes del Galaxy Leader son de nacionalidad ucraniana, búlgara, filipina y mexicana, el barco iba en lastre y no tenia Toyotas que rearmar.
Hace tiempo, navegando para Havtor, los de Eritrea y Yemen se liaron a sartenazos por un islacho que hay al final de la autovía del Mar Rojo, en la curva de salida para el Golfo de Adén, básicamente unos se asentaron y los otros se habían enterado y ese día habían decidido largarlos a palos.
Cuando nos llego la orden estábamos a unas horas de pasar, paramos en seco siguiendo las instrucciones, allí parados a unas 60 millas íbamos viendo el radar como aquello se iba atascado, aunque los pequeños y los candrais seguían pasando, tampoco veníamos venir muchos barcos, en la cena el viejo, que se había pasado el día en la radio con el imnmarsat, nos dijo que el armador nos pagaba día de guerra y que íbamos a cruzar al anochecer con todo apagado, la verdad es que cargados de nafta, aquello tenía su cosa, eso de una guerra acojona mucho y sobretodo el no saber el festival que había montado entre esos artistas, pero pasamos a toda, aquellos LPG zingaban a casi 18 nudos y no vimos un solo tiro o explosión, la parte critica eran un par de horas escasas, una vez claros, todos contentos por el “Easy Money”, poco después los invasores se habían largado y los artistas dejaron de bombear a la olla. P