Totalmente de acuerdo. Pero la mayoría de nuestros conciudadanos no tiene el habito de hacerse un seguro, y cuando emigras por necesidad quizás solo tienes fondos para el viaje y alimentante por unos días.Tramontana escribió:No es un caso aislado este de Argentina y tampoco debe sorprendernos con el elevado número de compatriotas que salen al extranjero de vacaciones (y últimamente también a buscarse la vida) cada año. Muchos, aún disponiendo de medios, no se preocupan de analizar el riesgo que puede suponer un contratiempo de este tipo. Pagar un seguro que te garantice la asistencia médica y llegado el caso la repatriación no supone un coste elevado a añadir a los gastos que representa el viaje, pero muchos prefieren reservar ese dinero para otros menesteres. Luego en destino tienes, no ya una enfermedad sino una simple caída, un atropello..... o un atraco en el que te dan una paliza de muerte, te tienen que hospitalizar y ¡Ay amigo! De entrada ya te piden la Visa para atenderte. Luego como tengas que permanecer allí un tiempo, el coste puede resultar astronómico y si tu dolencia te impide además viajar en un vuelo comercial, la tienes clara.
Al menos desde hace un siglo España ha sido un país de emigrantes. Y se emigra por necesidad. Cuando muchos de nosotros nos fuimos a navegar a barcos extranjeros no era por hobby, era porque en la España de la posguerra no había barcos suficiente... justo igual que ahora. Ibamos un poco a la aventura... igual que ahora. Pero antes, buenas divisas mandabamos a España de nuestro sueldos... como casi ahora.
Y si el Estado era...y es beneficiario de ese montón de dinero en divisas..., o somos solidarios con otros paises enviandoles ayuda personal y material, ¿no puede/podemos dedicar una mínima parte a repatriar a nuestros parientes que esten en riesgo de perder su vida? (Aunque luego y en último caso lo tengan que devolver a plazos)
¿Nos queda algo de corazón, o se nos ha transformado en una piedra con nuestro egoismo?