Salía ayer un megacrucero, de esos que de aquí a no mucho harán correr ríos de tinta, del puerto de Mahón. Por lo grande y aparatoso me quede viendo su paso por el extremo del muelle de la punta de Cala Figuera.
Al llegar a la angostura, el bicho iba con alegría para gobernar y para no abatir, dada su vela, con la brisa del sur, delante la lancha del practico abría camino, por si algún wafi, aunque por las características del puerto a vela van pocos tan adentro, u otro espécimen con escaso conocimiento de la Regla 9 intentase suicidarse.
Bueno a lo que iba, tras pasar la punta y empezar a asomar la proa a Cala Figuera, el bicho da una pitada corta, sorprendido pensé, desde la seguridad de tierra, que el fulano iba a caer a estribor y culebrear por la canal sur, dejando la isla del Rey por babor, igual intentaba adelantar a la lancha del práctico que iba decidida por la parte norte. Foto aérea de la wikipedia
Falsa expectativa, como si el agregado se hubiese apoyado en el tifón por equivocación, el barco siguió por el camino fácil de la canal norte, que además tenía menos trafico de embarcaciones menores. Me recordó a la carta del seguro del Capitán extraordinariamente desgraciado o a que no sólo los wafi la pueden liar parda.
«Maó» por Paucabot – Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.