Pájaros a bordo

En medio de la mar, un barco es una buena opción para descansar para cualquier pájaro despistado o migratorio. Los ingleses llevan en algunos de sus mercantes un cuaderno, de la Royal Society (de los pájaros), que le toca rellenar al oficial de puente cada vez que se produce algún avistamiento, normalmente los oficiales ven poco, por lo que suele depender del Capitán y de las ganas de éste, la agudeza visual del piloto. Si hay alumno en la guardia, ya tienes al “Designated Person on Board”. Obviamente las gaviotas y bichos comunes no se cuentan.

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En Agosto de 1926, el S.S. West Quechee se convirtió en refugio de una bandada de pájaros perdidos en el Golfo de Mexico en medio de un huracán. A menor escala, en un viaje entre tifones de Australia hacia Japón, a la altura de las filipinas acabamos con dos halcones, un gorrión? y una golondrina a bordo, todo ello entre crujidos y cracks para intentar cumplir el charter, pero esa es otra batallita.

El viejo adoptó a la golondrina, (la golondrina del viejo) que se metió en el puente, dándole agua y refugio, (hasta que se la papearon los halcones en un despiste del primero), del gorrión no supimos nada, (también se lo papearían). Tras una semana dándoles de beber y comer carne cruda, una noche, el segundo subió al palo y atrapó al pequeño de los halcones del árbol de luces, el otro escapó sin poder darle caza. Afortunadamente, tampoco le pasó nada a al segundo en la escalada, ¡que allí no teníamos marinero!.

Llegando a Japón, cuando el otro halcón dejo el palo y puso rumbo a tierra, soltamos al pequeño pero el bicho estaba muy enclenque y no llegaba a volar, ante la preocupación del viejo, nuestro segundo, se las apaño para que pasase desapercibido en el pañol de las bolas en el pie del palo de popa. Si tocaba volver a bajar, la cosa se pondría fea con los australianos y tendríamos que dejarlo en tierra al salir o lanzarlo al mar a ver si volaba.

Hubo suerte para el halcón y el siguiente viaje tocó a Vancouver. El bicho se convirtió en la mascota del barco, aunque tuvo serios problemas con el Marmiton, a saber que le haría al hacer el camarote. El segundo, se encargaba de todos los cuidados, le hizo una caperuza, dormía con él en el camarote y lo soltaba en cubierta durante el día, el halcón salia para proa, daba varias vueltas pero al final, volvia al brazo cuando se le llamaba desde el alerón.

Al llegar a Canadá, nos toco fondear unos días en Trincomali (Ver en Google Earth Ver en Google Earth), tras dejar al práctico y después de cenar, en aquel paraiso, rodeados de naturaleza y olor a bosque, al atardecer todos subimos al puente, la película podía esperar.

la foto

Aunque deseábamos que no se fuese, el sitio invitaba y lo suyo era que se quedase allí, desde luego no iba a tener los 28 grados de Filipinas, pero todavía era otoño. El segundo le quito la caperuza y el bicho siguió un rato en el brazo hasta que lo hizo salir, marchó para proa como solía hacer, volvió para el puente, dio una vuelta sobre nosotros y puso rumbo a tierra, no lo volvimos a ver. (Se iniciaba el desastre medio ambiental de Canadá)

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1 respuesta a Pájaros a bordo

  1. Juan Jose Rodriguez dijo:

    Desde hace tiempo tengo muchas dificultades para ver las fotos. Solo me sale el logo de “marinos mercantes”.

    Por cierto, cojonuda esta pagina.

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