Ayer lunes, el USCG respondía al incendio del crucero de Royal Caribbean Grandeur of the Seas, el barco estaba a 35 millas náuticas al noroeste de West End, en Bahamas.
Aproximadamente a las 3 de la mañana, (vaya horas!!, las emergencias no tienen contemplaciones con el horario de oficina), el centro de coordinación de la zona de Miami recibió la noticia del incendio en el crucero de bandera de Bahamas en viaje a Coco Cay. El barco llevaba 2.224 pasajeros y 796 tripulantes, toda una alegría para los servicios de salvamento, aunque sean los de un país como los Estados Unidos.
El fuego habría comenzado en la tercera cubierta en la zona de maniobra de popa y se extendió a la cuarta cubierta donde está la zona de esparcimiento de la tripulación. Alrededor de las 5 am, el fuego había podido ser extinguido por la tripulación.
Mientras, el USCG, además de emitir las correspondientes alertas por radio a los buques en la zona y solicitar por medio del AMVER el apoyo del Carnival Sensation y Hagen, que eran los barcos más cercanos, desplazó tres cutters, el USCG Cormorant, el USCG Sitkinak, y el USCG Robert Yered, también movilizaron un HC-144 Air Ocean Sentry, como los que dispone SASEMAR, y se prealerto a la flota de helicópteros MH-60 Jayhawk de la base de Clearwater.
Una vez los barcos del USCG estaban al costado del barco accidentado, los dos mercantes, el crucero Carnival Sensation y el Hagen, fueron relevados de su misión de apoyo y pudieron continuar viaje, luego el Grandeur of the Seas era acompañado por los barcos del USCG al puerto de Freeport, en Bahamas, donde está amarrado actualmente para ser inspeccionado.
No es el primer incendio en un crucero, hace no mucho, el incendio de la balconada del Star Princess hizo cambiar la normativa internacional, el fuego paso de cubiertas y secciones teóricamente aisladas e ignifugas por la parte exterior, claro que el cambio era para las nuevas construcciones.
Remontándonos en el tiempo, el Morro Castle, que se quemó en el Pacífico, fue para los incendios, lo que el Titanic en materia de medios de salvamento, sin embargo, años más tarde, el incendio del Yarmouth Castle, vino a demostrar que los armadores son unos linces. Éste se había librado de cumplir con la estricta normativa norteamericana tras el Morro Castle enarbolando un pabellón de conveniencia, nuevamente hubo que regular para tapar la brecha, y luego le toco al Scandinavian Star y luego a los ferries y…
Los armadores buscan el lucro y la seguridad cuesta dinero.