Lo peor que hay para el radar, es la nieve o el granizo, no hay “clutter” que pueda con ellos, y encima cuando se cierra con una nevada, es cuando mas necesitas el radar. Siempre se puede ir tanteando la suerte y esto parece que es lo que le ha pasado al Nordfjord, un cara-culo como dirían los del Estrecho. En medio de una nevada ha varado en la entrada a puerto, en la foto se le ve con la cara abierta. Tras ser sacado del atolladero, ha podido seguir por sus propios medios hacia el astillero. El barco tiene una capacidad de 200 pasajeros y 54 coches en escasos 80 metros de eslora.
Nordfjord
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joé, pero si ha subido a la piedra casi 1/3 de la eslora, ¿a qué velocidad iría el tío?