El aumento del precio de ciertos minerales, la abundancia de estos bajo el subsuelo marino y el desarrollo de técnicas y tecnologías que permiten trabajar con mayor facilidad bajo el mar está dando lugar a una nueva industria, la minería submarina.
En principio, tienen ante sí una serie de desafíos importantes para que la explotación sea rentable, gran parte de la tecnología necesaria ya ha sido desarrollada por la industria petrolera, sin embargo, aunque en su mayor parte se puede adaptar, todavía hace falta una inversión multimillonaria para pulir los últimos flecos, por otra lado, antes de comenzar a explotar los fondos marinos, tienen que convencer a las grupos conservacionistas, así como al sector turístico y pesquero de la zona.
Evidentemente, en los países en vías de desarrollo parece que será más fácil convencer a sus gobernantes y habitantes de las ventajas de esta industria, una de las empresas pioneras en esto, Nautilus Minerals ya tiene puesta la vista en las aguas costeras de Papúa Nueva Guinea donde se sabe que sus fondos tienen cobre, zinc, y oro por valor de cientos de millones de dólares
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