Los ingleses y franceses lo van a inspecionar para asegurar su paso por El Canal y acabará remolcado a Alemania.
Solo el estado de la bandera ha sido capaz de admitir al barco tras más de un mes, imaginaros si el trapo de la popa fuera de un país patatero o FOC, los armadores pueden ver el ahorro inicial del abanderamiento, pero los seguros, sí lo tendrán en cuenta en las futuras primas.
Por otro lado, los salvadores, acogidos a la cláusula Scopic, tampoco tienen gran prisa, cobran los gastos día a día, independientemente del resultado. Bajo la LLoyds Open Form, la famosa «no cure, no pay» había que salvar el barco y cuanto antes se salvaba, menos gastos había que restar.
Por último, queda la OMI, la UE y toda la historia de los puertos de refugio, que no acaba de arrancar, sobre el papel todos están felices pero cuando aparece el problema todos se hacen la Merckel.