Muchos ciudadanos consideran que, confortablemente instalados en el sofá de su salón y viendo en la pequeña pantalla una sensacional cascada de acontecimientos a base de imágenes fuertes, violentas y espectaculares, pueden informarse seriamente. Es un error mayúsculo, por tres razones: primero, porque el informativo televisado, estructurado como una ficción, no está hecho para informar, sino para distraer. A continuación, porque la sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas (unas veinte por cada telediario) produce un doble efecto negativo de sobreinformación y desinformación. Y, finalmente, porque querer informarse sin esfuerzo es una ilusión que tiene que ver con el mito publicitario más que con la movilización cívica. Informarse cansa y a este precio el ciudadano adquiere el derecho de participar inteligentemente en la vida democrática.
Informativos los llaman….
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Los marinos de antes de Internet viviamos tan aislados de la sociedad que lo de manipulación de masas a través de los medios nos
sonaba un poco ajeno.Cuando después retornas a la sociedad del día a día aprecias y valoras lo sofisticado que se vuelven los medios
para llevarte a su terreno politico,deconsumo u cualquier otro interés mediático y como la gente entrapor aro poco a poco
Joé, cuando yo dejé de navegar (1982) en la MM, el colmo de la virguería en cosas de la comunicación era la Grundig Yacht Boy y su competencia de Sony, un gigantesco paso desde los Grundig satellite (1978), unos tochos que costaban más de cien mil pelas de entonces…. ¡¡¡y TODO para escuchar radio exterior de España de mala manera!!!; ahora, apenas veo la tv, para enterarme bien pues la internet y comparando varias fuentes, quién me lo ba a decir, me entero más en inglés ahora que cuando andaba dando pantocazos con 28 años menos, la de vueltas que da la vida.