El Viking Polaris fue entregado el 27 de septiembre de 2022 y el pasado 5 de diciembre, cuando iba rumbo a Usuhaia, se encontró con una ola para que la que no estaba diseñado, en los medios hablan de una ola anómala o freak wave, pero viendo donde fueron los daños, da que pensar que los ingenieros no estuvieron acertados.
Barco nuevo, tripulación familiarizándose con él, noche y mal tiempo, a ver si pillamos la investigación de los noruegos, que dirán que es culpa del astillero rumano. Aun siendo una ola anómala, para que pague el seguro, estas ya son conocidas y no parece que primase la seguridad frente a las vistas desde los camarotes.
En la foto no se aprecia pero esa proa recta ligeramente invertida tiene algo de abanico y bulbo, más parece que está pensada para evitar el cabeceo y los pantocazos, además de para ahorrar en navegación.
Sin embargo, los ventanales de los camarotes, este no tiene terracitas por el frio, así que, las ventanas van a paño y no han estado a la “altura”, atrás quedaron los portillos no practicables de toda la vida o los practicables con tapa, cosa que también se está perdiendo en yates y veleros de los hechos en serie.
Tras el golpe de mar, una mujer de 62 años murió y 4 pasajeros resultaron heridos. Los más grandes que andan por el Caribe o Mediterráneo también tiene un problemilla con los botes, en este caso por sobresalirles del casco. Noticia en la ABC, se puede ver un video de antes de anochecer y declaraciones de los supervivientes.
Diseñado por Vard Design y construido en Ålesund, Noruega, aunque el casco lo hacen en Rumania, el Viking Polaris está diseñado específicamente para cruceros de aventura en destinos polares.
Con una eslora de 205 metros y una manga de 23,5 metros, el Viking Polaris, junto con su gemelo el Viking Octantis, son buques polares Clase 6 reforzados para hielo con un casco más largo, proa recta y estabilizadores de última generación especialmente diseñados y desarrollados para expediciones en la Antártida y los Grandes Lagos de América del Norte.