Según la portavoz de los guardacostas canadienses, en los contenedores que estaban ardiendo en el Zim Kingston ya no hay llamas visibles, aunque se señala que los remolcadores de extinción de incendios siguen operando para evitar que se reaviven los focos calientes. Curiosamente, ni la web del CGC, ni la de la ZIM están actualizando la información pero esta está siendo retransmitida en tiempo casi real por Twitter, decir que ayuda que el barco esté dentro del estrecho y cercano a tierra, si no hay información, los jubilados a pie de valla ya se encargan de tuitear, así que la mejor forma de cortarlo es dar datos e imágenes oficiales por esas mismas las redes sociales.
Se desconoce el número de contenedores dañados por el incendio hasta que los salvadores, Resolve Marine Group, puedan subir al barco para realizar un examen. Una vez realizada la evaluación del buque y la carga, el barco se dirigirá a Vancouver o Nanaimo para descargar los contenedores.
La aventura para el Kim Kingston comienza el viernes cuando recalaba al estrecho de San Juan de Fuca en medio de un temporal desatado, momento en que a unas 30 millas de la costa perdió 40 contenedores por la borda. Los guardacostas de ambos EEUU y Canadá comenzaron vigilar y emitir avisos sobre los contenedores a la deriva. Al entrar en la zona de Victoria, donde se coge practico para subir a Vancouver, procedió a fondear para inspección, estando fondeado, algunos contenedores dañados se le incendiaron.
Dado que dos de los contenedores en llamas contenían amilxantato de potasio, etiquetado como material inflamable reactivo al agua, los guardacostas canadienses dijeron que los buques de salvamento que no podían aplicar agua directamente al fuego. En su lugar, enfriaron el casco del barco con agua. Dieciséis miembros de la tripulación habían sido evacuados del barco, mientras que cinco se quedaron a bordo para ayudar en las labores de extinción del incendio.
Los 40 contenedores que cayeron por la borda siguen siendo vigilados por los guardacostas. Han estado a la deriva hacia el noroeste, a unas 12 NM de la costa de la isla de Vancouver. Los esfuerzos por recuperar los contenedores se han visto impedidos por el clima tormentoso de la zona.