En Octubre del 2005, ya contabamos este chiste, seguramente cuando los pescadores andaban cerrando puertos, ahora que viene un verano calentito y no vamos a poder usar ni el aire acondicionado, es buen momento para recordarlo.
Para la botadura de una moderna barca de pesca de más de 1500 C.V., tripulación exigua y tremenda capacidadd extractiva, el armador y patrón avisa al cura para que bendiga el nombre y las posteriores singladuras:
-¿Qué nombre le vas a poner, hijo?.
-Pues yo había pensado, señor cura, en “Que Pesque Dios”.
-No, hijo mío, no me parece un buen nombre. Piensa en otro.
-Pues entonces “Remedios”, señor cura.
-Eso está mejor. ¿Es quizá el nombre de alguna pariente tuya?.
-No, es que he pensado que ya que no pesca, al menos que reme, que al precio que está el gasoil va a hacer falta.