El Departamento de Transportes de Malta ha publicado el informe sobre el accidente de un miembro de la tripulación del bulkcarrier La Solognais, ocurrido el 26 de diciembre de 2019 en el Océano Índico.
Tras repartir las tareas de la mañana, el segundo de máquinas se asigno a sí mismo y al palero la misión de inspeccionar y limpiar el tanque de aguas grises de 42.8m³. Un único acceso situado en la cubierta inferior de la máquina permitía entrar al tanque, una vez retirada la tapa, unos peldaños bajaban en vertical tres metros para alcanzar el fondo.
Conocedores de que entraban en un espacio cerrado, a las 08:00 abrieron la tapa y metieron ventilación forzada, mientras prepararon el equipo para inspeccionar y limpiar, incluyendo un ERA en la boca de acceso. A las 10:00 retiraron la ventilación y midieron la atmosfera del tanque, sin que les diera ningún valor de riesgo, el palero empezó a limpiar con una manguera contra incendios desde arriba, tras esto entro en el tanque y, al llegar al fondo, cayó inconsciente. Fue rescatado inmediatamente por los miembros de la tripulación, se le administraron los primeros auxilios (Oxigeno) y contactaron con el Centro Radio Médico de Roma.
El buque fue desviado al puerto más cercano donde el palero fue evacuado casi a media noche y trasladado en coma a un hospital en tierra donde fue entubado. Las pruebas realizadas en el hospital revelaron que había sufrido los efectos de una posible inhalación de sulfuro de hidrógeno, que le había provocado una encefalitis. La reacción de la tripulación consiguió salvar a su compañero, que según dice el informe el 20 de Mayo ya hacia vida normal.
El 28 de diciembre realizaron la limpieza del tanque que había quedado interrumpida, inicialmente midieron 3ppm de H2S pero al finalizar la concentración había subido hasta las 10 ppm. La investigación indica que la ventilación no permitió retirar el gas, y probablemente al baldear movieron bolsas de HS que no habían detectado. Aunque parecen aguas poco tóxicas, los desagües de la cocina, lavanderías, o duchas llevan gran cantidad de materia orgánica, que al descomponerse consume el oxigeno y crean una situación anaeróbica, que puede llevar a la formación de sulfhídrico.