Sin amarrar

El cartelito dice “prohibido amarrar”, según me comentan para dejar más espacio al paso y evitar encontrarte una proa en el camarote, pero qué gusto navegar con la casa, la familia y el coche a cuestas, y encima sin temporales por esos canales y ríos. La barcaza al final tuvo que ser reflotada con la ayuda de otra tirando.

Esta entrada ha sido publicada en Accidentes y etiquetada como , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *