Incendio y burrocracia

El NTSB ha publicado el informe de la investigación del incendio ocurrido el 16 de enero de 2017 en la sala de máquinas del cochero Alliance St. Louis.

Un tapón de la bomba de combustible para el cilindro nº6 del principal se aflojo, lo que provocó un rociado de combustible en el colector de gases de escape del motor y el posterior incendio. El combustible atomizado prendió como si no hubiera un mañana y aunque el fuego fue contenido en la sala de máquinas y extinguido por el disparo del CO2, los daños superaron los 3750000 US.

La causa probable del incendio fue el apriete inadecuado del tapón y la falta de la carcasa protectora que hizo que el combustible se rociara directamente en el tubo de escape caliente del cilindro y se incendiara.

Poco que decir, la actuación fue correcta, cerraron ventilaciones, se contaron, dispararon el CO2, comprobaron, volvieron a disparar y finalmente fueron remolcados. Pero este párrafo de la investigación es el bueno:

The Alliance St. Louis master conducted drug tests on the entire crew within the required 32-hour time frame; all results were negative. Regarding the 2-hour-window testing requirement for alcohol, the master told investigators that the crew was still engaged in firefighting activities 2 hours after the fire started; however, alcohol breath testing on most of the crew was conducted within 8 hours. All results were negative.

Después de todo el festival de tener un incendio de madrugada, quedarse sin máquina (con el generador de emergencia), apagar el fuego y tomar remolque, todo ello por un fallo que nada tiene que ver con la actuación directa de la tripulación, acaba liado con pruebas de alcohol y burocracia

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