Javier me recuerda que el gigante azul es la Maersk, y no como está escrito repetidas veces en el post del Emma “Maerks”. Como curiosidad, creo recordar que los barcos apellidados Maersk son propiedad del gigante, mientras que los nombrados, no lo son en su totalidad o están fletados.
Es una costumbre antigua nombrar los barcos de una misma naviera siguiendo algún criterio, bien la terminación, como la White Star Line, o Cunard, bien por topónimos como Ibarra, Aznar o Trasmediterránea, aunque esta última ahora está por recordarnos a los grandes maestros de la pintura siendo su último fichaje “El Greco”.
En caso de no seguir una imagen corporativa con los nombres, una idea que tuvo mucho éxito fue el concurso escolar que organizó Buquebus con la llegada de su nuevo catamarán a Cataluña, el Incat 52, de aquel concurso y de aquellos niños, salió el nombre de “Avemar” y una buena campaña de publicidad gratuita.
Siguiendo con los nombres, los dos remolcadores grandes de SASEMAR, los construidos en Zamakona, ya lucen el suyo, uno es el “Don Inda” y otro el “Maria Zambrano”, con lo que la serie post Prestige no tiene ninguna imagen de marca. Tras el poético “Luz de Mar”, conocido en algunos sitios por “mariluz”, algunos esperaban al futuro “Mari”, pero era el año del ingenioso Hidalgo y se optó por rendirle un homenaje, bautizados los pequeños, algunos aventuraban que la flota del antiguo Ministerio de Obras Publicas iba a recordar al Siglo de oro literario pero se eligió otro rumbo.