Es un prototipo de centro de control marítimo integrado, lo está implantando el USCoastGuard en la zona de Miami, Port Everglades y Cabo Vizcaino
La idea es crear un sistema de control que también pueda atender a las nuevas demandas de seguridad que ha planteado el terrorismo.
Con un presupuesto de 8 millones de dolares y un plazo de ejecución de dos años, el programa integrará todos los medios existentes, mejorará los equipos para poder detectar, seguir e identificar el tráfico mercante, pesquero y deportivo en los puertos y en la zona costera.
Las principales ventajas son un seguimiento continuo e inmediato del tráfico, la mejora en capacidad para identificar barcos en problemas y salvar a sus tripulantes al reducirse el tiempo de respuesta, además de dificultar aun más la acción de los contrabandistas.
Aquí, en España partimos con ventaja; el sistema de Torres de Control de Trafico Marítimo está ya montado y se ha “asentado”, será, eso sí, necesario dotar a los centros de la tecnología necesaria para el nuevo cometido, una minucia comparado con desarrollar una nueva red y quizá quede algún hueco para un nuevo centro en Málaga y Pasajes, que descargue de trabajo a los centros limítrofes.
Sin embargo, quedan varios flecos importantes pendientes, para conseguir esa integración y optimización de los medios que ahora estan buscando los norteamericanos, primero la dualidad Sasemar-Remasa ha de desaparecer, es claro que las estaciones costeras, encargadas de recibir el tráfico de socorro y con ellas su mejor valor, los escasos 50 radios, tienen que pasar a formar parte del “Ente” que vaya integrar el Servicio de Seguridad y Salvamento, para ello ya existe una sociedad SASEMAR, y sería tontería crear otra, o seguir duplicando esfuerzos y presupuestos.
Mayor dificultad, tiempo y dinero, requerirá integrar a los otros cuerpos como Aduanas, Inspección Pesquera, Armada o Guardia Civil. En especial cuando en SASEMAR predomina el Personal Laboral y de momento el personal técnico debe tener una mayor capacidad y autoridad para tomar decisiones operativas sin estar influenciado por intereses ajenos. En todo caso el camino debe pasar por la funcionarialización previa de Sasemar.