Lo que no consiguió Loyola en Europa, con un poco de suerte puede que se consiga ahora a nivel nacional. Según publica Tylog, la nueva ley deja de considerar la estiba como servicio público y los estibadores “pierden la exclusividad en la prestación de estos servicios”. Las empresas pueden contratar personal libremente, cumpliendo unos mínimos de formación y cualificación, pero no están obligadas a contratar estibadores como hasta ahora. Esperemos que se llegue a buen puerto y se liberalice un sector donde sigue habiendo muchos abusos.
La estiba
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