Fernando Tena Lasala

[Emilio Fernandez]

Ha sido el miercoles 9 de Julio cuando supe que Fernando Tena había muerto en septiembre de 2005, retirado como estaba, haciendo vida de anacoreta en su pueblo de Hijar.

Fernando fue compañero mio en el Alonso de Ojeda y tambien de Capitanmarxxi, quien era su compañero de camarote. Fernando fue siempre algo raro, él decía que era por ser hijo único de padres mayores. En sus horas libres se leía el diccionario de la Lengua y se aprendía palabras nuevas. En nuestro viaje al Rio de la Plata escribió varios artículos en periódicos de Montevideo, Rosario y luego Avilés a nuestra vuelta y se los publicaron. Coincidí con él en el cursillo de Pilotos y salimos juntos en Barcelona en junio 1961. Volví a coincidir con él en el CIM de Cartagena , cuarto trimestre 1961, haciendo la instrucción. Luego en 1962 y 1963 tambien coincidíamos en San Esteban de Pravia, los dos de segundos oficiales de carboneros. Me dió un consejo que no seguí. Emilio, el día que te cases hazlo con una chica que en la vida se haya esforzado en sus estudios tanto como tu. El no debió encontrarla pues no se casó nunca. Un día, todavía antes de cumplir los treinta, dejó de navegar, se fue a su pueblo, Hijar ( Teruel) se hizo agricultor de sus pequeños terruños heredados, en sus ratos libres seguía con su literarura y así transcurrió su vida hasta que le llegó su hora, creo que con 70 años.

Cuando íbamos a embarcar en el Alonso de Ojeda en Santander, Septiembre 1959, los carabineros de guardia en el portalón nos cachearon a todos los alumnos cuando salíamos del barco, adonde nos acabábamos de presentar e íbamos a recoger nuestras cosas. Fernando le dijo al carabinero de turno " Las ordenanzas exigen que Ud. lleve los guantes blancos puestos para cachearme " El carabinero se pusó rojo y bufó, pero se puso los guantes antes de cachearle " Eran tiempos donde cualquier pichicoma se creía con derechos sobre los pobres marinos mercantes.

Fernando, Descansa en Paz, y mientra vivamos los que te conocimos seguirás vivo en nuestro recuerdo.

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Chispas! debe haber sido un tipazo.

carambas. Pues descanse en paz, habría sido un honor conocerlo y tratarlo.

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[Emilio Fernandez]

Manuel:

Yo soy muy torpe electrónicamente y no se poner fotos en el Foro. La de hace 40 años os la he enviado a Lua y a ti. Ya se había publicado en el Pub en Abril de 2007. La de 40 años despues no incluía a Fernando Tena, pues se negó en redondo a acudir a nuestras citas. Pero tu sabes que Fernando no ha sido el único que no ha venido.

Un abrazo

Emilio

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[lua]

http://sp3.fotologs.net/photo/35/29/24/ ... 3673_f.jpg


Fernando es el tercero de pie de izquierda a derecha

[Emilio Fernandez]

Fernando era un lobo solitario, pero en el tiempo que coincidí con él en el Alonso de Ojeda ( casi un año), salimos juntos en dos ocasiones, una en Rosario de Santa Fe y la otra en Hamburgo. Hoy os voy a contar nuestra salida en Rosario y dejo para otro día la historia de Hamburgo.

Un día a mediados de febrero de 1960 estábamos Fernando y yo de guardia en el portalón, cuando a media tarde aparcó un coche al costado del barco y se bajó un señor de mediana edad, quien nos pidió permiso para visitar el barco. Permiso que le dimos muy gustosos y nos agradó mucho enseñarle el barco. Era un español exiliado de la guerra civil que llevaba viviendo en la Argentina desde 1939 y que había sentido la llamada de la patria al enterarse de que había un buque escuela español en puerto, cosa que por aquella época no era frecuente. Al despedirse nos preguntó si aceptaríamos una invitación a cenar a su casa esa noche, le dijimos que sí porque ya habríamos acabado nuestra guardia y vino a buscarnos con su coche y nos llevó a su casa donde vivía con su hija , una jovencita bastante mona por cierto. La cena y la charla resultó muy distendida y agradable aunque el mantenía sus ideas republicanas y nosotros como jovenes que no habíamos visto otra cosa manteníamos las ideas franquistas que nos habían inculcado. Nos enseñò una botella de coñac Fundador de Domecq y nos preguntó si era auténtica. Lo cierto es que era una burda falsificación ( alcohol quemado) y hasta las etiquetas estaban mal hechas. No nos pudo invitar a tomar esa copa como era su intención. Nos devolvió con su coche al barco y Fernando durante toda la velada se comportó con absoluta normalidad.
Este señor me recomendó un libro que se titulaba "General, marchesé Ud." de Salvador de Madariaga, otro exiliado. Lo compré y lo leí y luego no me atreví a llevarlo a España, pues en los fondeos que nos hacían en los camarotes era peligroso que me lo descubrieran. Creo que se lo revendí al cura que por su status especial no sufría registros.

Otro día hablaré de Hamburgo y de la mili que hicimos juntos.

Emilio